miércoles, 29 de mayo de 2013

Pérdidas




You can throw your hands up
You can be the clock
You can move a mountain
You can break rocks
You can be a master
Don't wait for luck
Dedicate yourself and you can find yourself     
       The Script -  Hall of fame
 

El hombre le abre las pupilas y enciende una pequeña linterna para ver con claridad su ojo.
  • Mmm... tiene las pupilas dilatadas.
Alberto observa depié apoyado en la pared. Al menos lo han dejado quedarse. A decir verdad, ni siquiera han notado que estaba ahí.
  • No lo entiendo, estaba bien esta mañana – dice angustiada la enfermera al médico.
  • Yo tampoco lo entiendo. Tiene problemas para respirar...
El hombre lo destapa y le levanta la camiseta del pijama para oír sus pulsaciones con el estetoscopio.
  • Pulsaciones algo aceleradas... vamos a ver...
Levanta algo más la camiseta para comprobarlo una segunda vez y entonces lo ve.
  • Una hemorragia interna.
Alberto se acerca a la cama.
Adrián tiene una mancha roja bastante más clara que un moratón en la parte izquierda del tórax. Se aleja lentamente de él, respirando profundamente.
  • ¿Cuándo se cambió de ropa? - les pregunta tanto a la enfermera como a Alberto.
  • Se cambió él solo en el baño cuando pudo levantarse. No quiso ayuda – dice Alberto con un hilo de voz.
  • Puede ser que tuviese la hemorragia y que los médicos no la viesen – dice él con el tono más calmado que puede – Podría desarrollar una anemia si no nos damos prisa. Avisa al encargado de traumatología – le dice a la enfermera.
Otros dos enfermeros entran al poco de que ella salga corriendo por la puerta y se llevan en una camilla a Adrián.
El médico se cuelga el estetoscopio al cuello y mira a Alberto.
  • Chico, ¿estás bien?
  • Sí...
  • Te marea la sangre, ¿verdad?
  • Un poco...
  • Siéntate. Así, si te desmayas no caerás al suelo.
El chico se acerca temblando a la silla y se deja caer.
  • Respira profundamente e intenta olvidar lo que has visto. No era apenas un poco de sangre, ni siquiera estaba fuera de la piel ¿de acuerdo?
  • Sí...
  • Muy bien. Relájate. Nos ocuparemos de tu amigo.

***

  • Almudena, ya es de día.
La chica se hace un ovillo entre las sábanas, pero su amiga la consigue destapar.
  • Pero ¿por qué?
  • Necesito que me acompañes a ver a Adrián.
  • ¿Tan temprano? ¿Qué hora es?
  • Son las doce, y tengo que estar en mi casa antes de comer.
  • ¡LAS DOCE!
  • Las doce – dice su amiga asintiendo.
  • Vale, voy a vestirme. Esta vez has tenido suerte – dice guiñándole un ojo – la próxima... no respondo de mis actos.
Almudena se levanta de la cama y va a coger su ropa del armario. Ambas se visten y van a la cocina.
  • Buenos días – saluda lo más educadamente que puede África al hermano mayor de Almudena.
  • Buenos días – repite él.
África lo mira mientras desayunan.
Podría ser esbelto. Es alto, con una cara angulosa y un rastro de barba, los ojos claros y el pelo rubio, justo lo contrario a su hermana. Debe de ser duro estudiar en la Universidad, y eso lo nota en sus profundas ojeras. Siente cierta pena por él, nunca lo ha visto con nadie, ni siquiera en el instituto, siempre andaba solo con algún libro y leía siempre sentado en las escaleras.
Se despiden de él y salen de la casa, directamente al hospital.

***

Abre los ojos con cierto miedo.
Siente un cosquilleo en una mejilla, y necesita comprobar que no puede hacerle daño, ni picarla.
Es una araña, una araña enorme.
Grita con todas sus fuerzas y se levanta tan rápidamente que el animal acaba volviendo al suelo.
Esteban la mira.
  • ¿Qué pasa?
  • Puedes decirme porqué seguimos aquí – dice con tono serio ella.
  • Porque no quería despertarte cuando te dormiste.
  • ¿¡Me dormí!?
  • Sí.
  • ¿Me dormí mientras...?
  • ¡No! ¡Te dormiste después!
Elisa suspira bastante aliviada.
  • Anda que vaya idea la de traer vino...
  • Desde el principio sabía que vendrías.
  • ¿Por eso estaba aquí el colchón?
  • Y el vino.
  • Estás loco.
Esteban sonríe y deja que el sol le caliente un poco la cara.
  • ¿Y te gusta?
  • Me encanta.
Ríe. A él le encanta ella. Pero no le da tiempo a decirlo antes de que se levante y empiece a vestirse.
  • ¿Qué haces?
  • Vistiéndome – dice ella con cierto tono socarrón.
  • ¿Por qué? Es muy temprano.
  • Son casi las una de la tarde, Esteban.
El chico se levanta también y se viste igualmente.
  • Que sea la última vez que lo hacemos en un descampado – dice ella mirando varias picaduras en sus piernas mientras se pone los vaqueros.
  • Ya se me ocurrirá otro sitio.
Elisa ríe y le besa una mejilla al pasar por su lado.
  • ¿Qué vamos a hacer con el colchón y esta botella?
  • Si dejamos aquí el colchón, haremos feliz a un vagabundo.
  • Sí – dice ella burlándose de él – y la persona a la que se la has quitado estará completamente de acuerdo.
  • No se lo he quitado a nadie. Es el colchón de mi habitación.
  • ¿De tu habitación?
  • Tus padres me dieron una habitación cuando llegué.
  • Que nunca has utilizado – dice ella sonriendo.
  • No... pero apenas había dos muebles, y cogí los de casa de mis padres.
Elisa lo mira seria. Ha intentado muchas veces que olvidase lo que le pasó.

***

  • Hola, soy Elena.
  • Yo soy Ernesto.
  • Encantada. ¿Cómo estás?
  • Bien, ¿y tú?
  • Bien.
  • Me alegro.
Ella sonríe. Es guapa. Le recuerda en algo a Blanca.
El autobús frena de golpe y Elena casi cae sobre él.
  • Perdona... - dice ella bastante sonrojada, ahora le recuerda a África, siente cierta incomodidad por ello.
Le sonríe y ella vuelve a agarrarse a la barra, devolviéndole la sonrisa.

***
  • ¿Estás segura de que esta es tu habitación? - pregunta Almudena con impaciencia – Aquí no hay nadie.
  • Sí... era esta...
  • ¿Y dónde está entonces?
  • Le están haciendo pruebas – dice un chico de mas o menos su edad entrando en la habitación y acercándose al armario.
  • ¿Por qué? ¿Le pasa algo? - pregunta África asustada, no lo conoce, pero lo recuerda, es un amigo de Adrián.
  • Tenía una hemorragia interna que no habían visto antes, intentan comprobar si es por una enfermedad, alguna reacción a una medicina o si la hizo su padre.
  • ¿Cuando la vieron?
  • Anoche.
  • Después de que me fuera...
  • Sí.
  • ¿Adónde llevas su ropa? - le pregunta mientras lo sigue hasta la puerta.
  • Lo van a trasladar a otra habitación para vigilarlo, cosa que deberían haber hecho antes.
  • Voy contigo.
África agarra la muñeca de Almudena y siguen a Mario por todo el hospital.
  • Dudo mucho que quieran verte.
  • ¿Quién?
  • Mis amigos. Piensan que ha sido tu culpa.
  • ¿Mi culpa? Pero yo no he hecho nada...
  • Pero estuviste hablando con él ayer hasta muy tarde, acabó rendido, y tenía que descansar.
  • Intenté irme para dejarlo dormir, pero él no quiso...
  • Está bien. Intentaré que no os echen, pero tendréis que estar totalmente calladas para que no la tomen con vosotras.
Las dos chicas se miraron entre ellas. ¿Por qué iban a echarlas? No era su culpa.
Llegaron al pasillo en el que estaba el quirófano, Mario entró en una habitación que había al lado.
  • Han venido a verlo – dice a sus amigos.
  • Hola – saluda ella mientras se acerca lentamente a la cama.
  • Hola, África – la saluda Adrián desde la cama.
  • ¿Cómo estás?
  • Estoy bien, pero no me dejan salir de aquí.
  • Es normal...
  • Pero no me siento mal.
  • Estarás aquí unos días, hasta que comprobemos que no tienes nada más y luego podrás volver a casa.
Adrián suspira.
El médico le sonríe.
  • Si sigues así de bien, saldrás antes de lo que piensas – dice el hombre antes de salir de la habitación.
Adrián le sonríe a la chica y ella le devuelve la sonrisa.
  • Gracias por venir.
  • Te lo prometí.
De pronto, alguien entra corriendo en la habitación.
  • ¡Leo! ¡Leo!
  • ¿Qué...?
Todos se giran hacia Blanca, que está llorando delante de ellos, Adrián levanta la cabeza, asustado.
África y Almudena van hacia ella rápidamente. Leo da un paso hacia delante, pero de repente duda y no se acerca más.
  • ¿Qué te pasa? - le preguntan las dos chicas a su amiga.
  • Mi abuelo ha muerto – dice ella rompiendo a llorar de nuevo.


6 comentarios:

Unknown dijo...

Oh... pobrecito el hermano de Almudena...
¿HEMORRAGIA INTERNA? ¡A este chico le pasa de todo!
¿Qué es lo que le pasó a Esteban? O.O
¡¡¡Pobre Blanca!!! ='''''''(

Elena dijo...

Jajaja que cambio de emociones María del Mar.
El hermano de Almudena decidió estar solo; es el protagonista, en eso consiste, pero él está bien :) piensa que Esteban acudía a Maite por algo gordo; Blanca... bueno, es lo que suele pasar, tú creces y los adultos también :(

Unknown dijo...

Seeh es que soy bipolar, que se le va hacer ;)
Menos mal, jeje.
Puf... que ganas de saber qué es lo que le pasó a Esteban..
Aún así, ¡¡pobreticaaa!!

Elena dijo...

Jejeje te quiero princesa

Unknown dijo...

Y yo a ti, principessa <3

Elena dijo...

eso lo dice Afri no? Jeje te quiero cieloo