domingo, 2 de junio de 2013

Errores






Te quiero. Te quiero. Te quiero.
Es algo demasiado difícil de pronunciar, de articular, pero necesita decirlo. Que salga de su boca, y que él lo oiga, que sienta lo mismo...
  • Te... te quiero.
Adrián la mira fijamente, muy serio.
  • Claudia...
En seguida se siente mal, no debería haberlo dicho, no tan pronto, no después de saber lo de África.
  • Lo siento, pero es verdad – quiere parecer segura, pero no puede, la voz le tiembla.
  • ¿Me... me quieres?
  • Te quiero – dice ya más firmemente.
  • ¿Estás totalmente segura?
  • Adrián, eres el único chico que conozco que sabe de verdad hacerme feliz.
  • Te-tengo dos años menos que tú.
  • Eso no me importa. ¿A ti sí? Que yo sepa, África tiene dos menos que tú.
  • Es distinto... - dice lentamente. La mira unos segundos a la cara, pero los ojos de ella, lo miran, lo buscan – Quiero decir, a mí no me gusta que mi novia sea mayor que yo.
Podría ofenderse pero no lo hace. Le sonríe.
  • O sea, que eres un niño.
  • No soy un niño...
  • Entonces puedes afrontarte a mí y decirme simplemente que no te gusto.
  • Sí me gustas, pero yo... yo quiero a África.
  • ¿Realmente crees eso? Solo es una niña. No es más que un capricho. Es más un deseo que otra cosa, un juguete de usar y tirar – se levanta de un salto de la cama, sus tacones resuenan en el suelo mientras anda – eso es, solo te la quieres follar y luego la dejarás sola, quizá embarazada y sin futuro, puede que te atraiga nada más que para eso. Prefieres algo sin usar... claro...
  • ¿Qué? - dice él con una mueca de asco en la cara, se sienta sobre la cama.
  • Te gusta su figura de niña, sin nada que dar, apenas nada en lo que fijarse a parte de en esos ojos que tiene, esos ojos claros, ¿te ponen sus ojos? ¿Te fijarás en ellos mientras te la follas?
  • ¿Qué dices? Estás loca.
  • Yo puedo ser mejor que ella, y lo sabes, eso es lo que te asusta. Soy mayor que tú, lo que no significa que soy frágil, todo lo contrario, no me romperé, sé levantarme yo sola sin problemas, y también se hacer cosas que ella no sabe ni siquiera que existen... ni tú tampoco... - Adrián la mira muy serio. Espera que no hable en serio, empieza a pasarse - ¡Y yo estoy más buena! ¡Solo basta con mirar una vez! ¡Soy perfecta, ni un kilo de más!
  • Claudia, ¿me harías el favor de salir de salir de aquí?
  • Claro, te dejaré ver mi precioso culo desfilar. Aprovecha que será la última vez que lo verás.
La chica coge su bolso de una percha y sale en silencio, cerrando de un portazo.
Se levanta de la cama y se acerca a la ventana.
Al poco rato la ve salir del hospital por la puerta principal. Varios hombres la miran pasar, uno de ellos le silba y ella sonríe, una preciosa sonrisa, por cierto.
Aquellos salidos le gritan toda clase de cosas a Claudia, que se aleja calle abajo.

***
  • Ho...hola.
  • ¡Esteban! ¿Qué haces aquí? ¿Estás bien?
Puede notar en su cara que no. Está fatal. Tiene la cara pálida y los ojos rojos, quizá a llorado, o quizá a fumado algo...
No contesta.
  • Pasa, siéntate – le dice.
  • ¿Cómo te van los estudios? - le pregunta de repente el chico.
  • Bien. Los dejé por un tiempo, pero he vuelto a ponerme a ello. Las pruebas son dentro de unos meses y quiero tener mi permiso y montar una consulta en condiciones.
  • ¿Has dado con algún caso extraño?
Maite se sienta en un sillón frente a él y le deja un vaso de agua sobre la mesita de cristal.
  • ¿Por qué has venido, Esteban? ¿Qué te pasa?
El chico mira hacia abajo.
  • Si no me lo dices llamaré a Elisa – dice ella cogiendo su móvil.
  • ¡No! ¡Ella no sabe que estoy aquí!
  • Muy bien, entonces tienes que contármelo todo – devuelve el teléfono a su sitio.
  • Los padres de Elisa no me aceptan. Piensan que no ayudo, quieren que me vaya.
  • ¿Cómo sabes que ellos “quieren” que te vayas?
  • No me quieren al lado de su hija.
  • Llevas saliendo con ella más de un año, si no te quisiesen como novio de Elisa ¿no crees que lo hubiesen dicho antes?
  • Quizá estaban aguantando para soltarlo todo de golpe.
  • Pero ¿qué hicieron? ¿Te pegaron, te gritaron...?
  • No. Se...se sentaron a hablar conmigo en la mesa del comedor. Estaban serios y enfadados. Dijeron... que yo soy un inútil, que no valgo para nada, que soy un don nadie, sin trabajo, sin un futuro... no quisieron escuchar nada de lo que yo quería decirles...
  • ¿Has hablado con Elisa de esto?
  • Sí. No se lo ha tomado muy en serio, que digamos – dice él cabizbajo.
Maite bebe un trago de agua. Empieza a hacer calor. Lleva pantalones cortos y tirantes, y el pelo recogido y aún así... Se fija en lo que lleva Esteban, una camiseta de manga larga que parece abrigar bastante, porque puede ver sudor en su frente.
  • Esteban, ¿no tienes calor?
  • ¿Qué? No.
Lo mira unos segundos. Ha leído sobre esto, espera que no sea así, pero debe asegurarse, hay probabilidades.
  • Hace muchísimo calor... ¿no llevas nada debajo de esa camiseta?
  • No...
  • Remángate las mangas, Esteban, acabarás enfermo.
  • Estoy bien, de verdad...
  • Bebe agua, entonces.
  • Está bien, si así te quedas tranquila.
Movimientos lentos y secos, parece estar rígido, no puede mover demasiado bien los brazos. ¿Por qué? ¿Por evitar dolor?
Se levanta y se sienta a su lado.
  • Esteban...
Él mira hacia el suelo.
Maite le sube suavemente las mangas.
  • ¿Por qué?
  • Soy un inútil... - sabe que intenta no llorar – no sé hacer nada... un estúpido niño jugando a un juego de mayores... no valgo para nada... no soy suficiente para nadie.
  • ¿Por qué piensas eso?
  • Porque es la verdad.
  • Deberías dejar de preocuparte por lo que piense de ti la gente, sobretodo si no es cierto. Exageras mucho cada insulto. Sabes que cuando una persona está enfadada, no piensa en el daño que puede hacer.
  • Lo sé...
  • Entonces ¿por qué te haces daño? - le habla muy bajo, casi al oído, con el tono más dulce que puede.
  • Porque me siento mejor.
  • ¿Sufriendo?
  • Olvidando lo demás.
  • Podrías haber hablado en su lugar, haber acudido a mí antes...
  • Antes estaba demasiado ocupado bebiendo.
  • ¿Estás borracho? - le habla al oído.
  • Sí...
  • No está bien... eso no está bien... - él se mantiene callado, ella está casi sobre él - ¿hay más?
Esteban se quita la camiseta.
Son muchas, muchas heridas, algunas irregulares, otras aún sangran un poco.
Pero Maite solo ve un fuerte abdomen, unos músculos marcados.
  • No deberías estropear tu cuerpo así...
Esteban no habla, ya no dice nada. Si antes tenía calor, ahora...
Maite tira de él para sí y lo besa. Luego lo empuja hacia atrás, para quedar ambos tumbados sobre el sofá.
  • ¿Sabes? - le susurra – Resulta que yo también he bebido algo...

***

  • Sí, es espectacular. Alta, tiene los ojos claros y el pelo castaño...
  • O sea, como África...
  • ¡No! Es perfecta. Un cuerpo... y una voz tan suave...
  • ¿Te has enamorado ya, Ernesto? ¿Tan pronto? - le pregunta Almudena con una sonrisa irónica.
Él va a decir algo, pero le sonríe:
  • ¿Sabes qué? Déjalo, no lo entenderías.
  • ¿Por qué no iba a hacerlo?
  • Oh, sí, quizá sí que entiendas. Puede que acabes como tu hermano... Fue triste enterarme. ¿Tiene novio ya?
  • ¿Eres imbécil?
  • La verdad es que no me sorprende, siempre solo, rodeado de libros... ¡a saber qué leía! Y no sé... por su cara, sabía que acabaría siendo maricón.
  • Ernesto, una palabra más y acabarás mal...
  • ¿Lo has conocido ya, al otro chico, a su ligue? Me han dicho que es bisexual, quizá podáis compartirlo los dos. A ti seguro que no te importa, puta.
    ***

  • ¿Y Blanca estaba llorando?
  • Mucho... estaba fatal... me dio una pena...
  • Pobre.
  • Sí.
  • ¿Sabes? Creo que le gusta Leo.
  • ¿Por qué?
  • Cuando entró, lo buscaba a él. Y él quiso acercarse, pero lo hicimos nosotras antes y se apartó...
  • Mmm... es raro...
Ambas sonríen.
  • Harían buena pareja. No lo conozco demasiado, pero parece una buena persona...
  • A ver cuando me presentas a uno...
  • Cuando quieras – dice África riendo - Puedes elegir entre los otros tres. Creo que pegarías con Mario. Es muy tímido... y muy mono.
  • Ya me estoy enamorando.
Ambas sonríen.
  • María del Mar y Mario... sonaría bien – dice su amiga.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Pobre Esteban... cortándose y todo... =´(
¡¡No me esperaba esto de Maite!! ¡Caxo de pu...! ¡¡Ha hecho que el novio le ponga los cuernos a su amiga!!
Qué mal me cae Ernesto... ¿El hermano de Almudena es gay? Espero que no se metan mucho con él...
¡¡Yo con Mario!! Qué guay =) jajaja, vamos a ver cómo quedamos... ;P

Unknown dijo...

P.D: ¿de dónde sacas las fotos? ¡¡Me encantan!! =)

Elena dijo...

Jajaja con Mario habrá algo... pero del resto no puedo decirte nada ;) y las tuyas en http://vidas-unidas.blogspot.com.es/?m=1 eh? De dónde son? Te quiero

Unknown dijo...

¡Mario! ¡Mario! ¡Mario! =D <3
Las nuestras de http://vidas-unidas.blogspot.com.es/ de Internet, que está muy chulo jajaja ;D
Jo... me he quedado con ganas de más respuestas... =,(
Te amo <3

(Pero a Mario massss ;P)